Es un artículo escrito por Elsa García de Blas, publicado en EL PAÍS.
Encarnación y Manuel hoy día son dos víctimas más de desahucios por parte de las entidades financieras, que a pesar de no poder pagar la casa, aumentan la deuda cada vez más, sacándoles hasta "los empastes" y endeudándolos de por vida.
Esta pareja trabajó desde muy jóvenes y ahorraron para llegar a conseguir el chalet de sus sueños, en el que nunca pudieron llegar a vivir.
Lamentablemente, el Corte Inglés dejó sin clientela a la pequeña tienda de muebles de Manuel, incapacitándolo de poder pagar la hipoteca. Así comenzó la terrible historia de una familia con tres hijos, con un solo sueldo y con un préstamo de 14.000 euros que ha aumentado, tras 18 años, hasta la increible cifra de 65.000 euros.
La casa se la quedó Caja Duero (Caja de Ahorros de Salamanca y Soria), por tán solo 6 euros debido a que la subasta quedó desierta y luego la revendió por miles y milis de euros creando otro negocio, porque como bien dice el hijo mayor de la familia "¡El negocio no es un cliente que pague, es uno que no pague!"
Tal como yo lo veo, es un completo desastre y me parece agonizante la idea de que éste desahucio sea totalmente legal. Me inquieta saber que este tipo de hechos ocurren como si nada, me hace pensar en que cuando seamos mayores nos puede pasar perfectamente, debido a que este tipo de cosas van a seguir sucediendo y van a "dar para largo".
¿Creeis que existe alguna solución para que este tipo de familias no se queden endeudadas de por vida? En un primer lugar, podeis pensar que esta pareja no debía haberse comprado ese chalet si no podía pagar, pero hay que recordar que al principio a esta familia les iva bien y todo comenzó por solo 14.000 euros de préstamo que más tarde no pudieron pagar.
En la vida tenemos que perseguir nuestros sueños, pero hay que tener cuidado porque nuestros sueños se pueden convertir en nuestra peor pesadilla.
David José Parra
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