sábado, 15 de diciembre de 2012

La masacre de Connecticut y el problema de las armas

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Menor llorando tras la masacre de Connecticut
15:30 hora española de la tarde de ayer. Saltaba la noticia. Un joven había iniciado un tiroteo en el pasillo de un colegio de primaria. A EEUU y al mundo entero se le venia rápidamente a la mente la tragedia de Columbine de 1999 o. más reciente aún, la de Virginia Tech en 2007. De nuevo un degenerado; de nuevo un loco con licencia de armas; de nuevo un colegio.

El problema de la licencia de armas en EEUU viene ya desde muy atrás, años y años de protestas y siguen sin mover un dedo. ¿Y todo esto por qué? Por la miserable política. Hay un gran interés político en la compra-venta de armas legales en EEUU, tal y como se aclara aquí. Un gran problema que va 'in crecendo' si tenemos en cuenta que la demanda de armas ha aumentado considerablemente en los últimos años. Este problema no solo se pone en manifiesto con masacres como la de ayer. Se producen al año miles de asesinatos, miles de suicidios con las armas de por medio. Algo que choca fuertemente con la mentalidad que tenemos, nosotros los europeos, de la sociedad americana. Una sociedad abierta al mundo, que presta su idioma como sinónimo de globalización, pero que con cosas como éstas resalta aún más la poca conciencia de algunos energúmenos que se aprovechan de la débil legislación americana y se resguardan tras la cortina de la Segunda Enmienda, para esconder sus problemas y darlos a conocer en un momento dado, en un lugar cualquiera, con pistola en mano.

Lo malo de todo ésto es que probablemente, y lo digo sintiéndolo mucho, no sea el último suceso de estas magnitudes que se cometa en EEUU o en cualquier otro país con la legalización de licencia de armas débil como la americana. Y lo digo así de claro, si el problema radica en la política, y el problema social es un beneficio político, lo político prevalecerá. Son las consecuencias de una sociedad politizada

Manuel Rodríguez Fuertes

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