Como bien explica la noticia anteriormente dada y publicada en el diario ABC, la finalidad de esta medida no es otra que limpiar nuestras calles de sustancias de estupefacientes. Hasta ahí no sería nada nuevo, pues el simple hecho de la batalla diaria de Gobierno, Policía, Guardia Civil y ciudadanos en tajar de una vez por todas el serio problema que sufrimos en España por culpa del tema de las drogas, no convertiría esta noticia en tema de conversación, opinión, discusión o simplemente convertir ese dato en una mera noticia. Lo relevante de esta noticia es la interacción de los profesores en los centros escolares para erradicar el problema de las sustancias de estupefacientes. Los centros escolares se están convirtiendo en auténticos fumaderos y sitios donde tomarse la dosis diaria de cualquier tipo de droga (tabaco, canabis...). Parece mentira que la gente utilice los centros de enseñanza para mostrar sus grandes dotes para perfeccionar un porro, o aprovechar cualquier tiempo libre para "echarse un cigarrito" en cualquier esquina o habitáculo del centro. Y pongo en manifiesto estas palabras con conocimiento de causa como perteneciente a un centro de enseñanza que soy.
No obstante no es el único dato demoledor que me hace tambalear. La palabra "menor" que tanto sarpullido levanta, una palabra que la asociamos con restricción, con vigilancia, pero también es una palabra vincula a obligación y muchas veces se olvida. Los menores se creen mayores pero no lo son. Yo soy joven, pero no menor, y obviamente habrá mil opiniones sobre estos temas, pero teniendo en cuenta la severa atención del Gobierno para erradicar el problema, bajo mi punto de vista, se deberían tomar medidas recurrentes, que pueden ser efectivas o no, pero, sin duda, son necesarias para controlar algo que se nos va de las manos y nos quedamos de brazos cruzados.
Manuel Rodríguez Fuertes
Desde mi punto de vista me parece una gran iniciativa para poder comenzar a erradicar este tipo de problemas, que en vista de los jóvenes cada día es algo más común. Es un esfuerzo extra por parte de los profesores/as pero es la base para poder llegar a poner un punto y final a este desastre que se da en los propios centros educativos.
ResponderEliminarEl consumo de, simplemente, tabaco en las puertas de los institutos dan a ver a los más pequeños que es algo corriente, algo que tomarán como ejemplo y se convierte en un círculo vicioso.